La IPL (Luz Intensa Pulsada) es una terapia de luz usada en dermatología, especialmente para depilación permanente. Funciona al emitir energía luminosa que la melanina del vello absorbe, destruyendo las células del vello desde la raíz.

Para el tratamiento, es necesario usar la depiladora una o dos veces por semana, dependiendo de la intensidad: con nivel 4 o 5 basta una vez por semana, mientras que con nivel 1 a 3 se necesita dos veces por semana. La IPL puede sensibilizar la piel si se emplea de forma incorrecta, por lo que conviene hacer pruebas de potencia y aplicarla solo sobre piel sana y totalmente limpia. Además, no debe usarse sobre quemaduras de sol, se recomienda aplicar bloqueador solar y no utilizarla sin rasurar previamente.

La depilación IPL destaca por ser prácticamente indolora. Muchos clientes describen una sensación de ligero calor o un leve pínchazo en la piel como única experiencia durante el procedimiento.

La depilación IPL resulta segura para la mayoría de tipos de piel, aunque ofrece mayor rapidez en pieles claras con vello oscuro.

La mayoría de las personas notan una reducción del vello corporal en las primeras 3 o 4 sesiones y resultados completos y permanentes a partir de las 12 semanas.

La depiladora cuenta con 500,000 disparos, lo que equivale a 10 años de vida útil. Pero usarás mucho menos que eso para alcanzar el resultado permanente.